Las Competencias son el conjuntos de conocimientos, habilidades, disposiciones y conductas que posee una persona, que le permiten la realización exitosa de una actividad. Son atributos personales de la conducta de un sujeto, que puede definirse como característica de su comportamiento. Estas deben ser contextualizadas (observar el lugar y situación dónde se manifiesta el comportamiento)
Las Competencias combinan en sí: lo cognoscitivo (conocimientos y habilidades), lo afectivo (motivaciones, actitudes, rasgos de personalidad), lo psicomotriz o conductual (hábitos, destrezas) y lo psicofísico o psicofisiológico (por ejemplo, visión estroboscópica o de colores).
Boyatzis plantea que una competencia puede ser "una motivación, un rasgo, una destreza, la autoimagen, la percepción de su rol social, o un conjunto de conocimientos que se utilizan para el trabajo".
Todas las personas sin excepción, sabemos hacer mejor una serie de tareas que otras. Además, como humanos que somos, tendemos a realizar nuestro trabajo con aquellas habilidades que nos resultan más fáciles. Aún más, todas las personas tenemos unas habilidades específicas, que nos distinguen de los demás, que “van con nosotros.
Poder conocer nuestras “Competencias” nos facilitará el camino en muchos aspectos, en el laboral como primordial, pero también en la realización de proyectos personales. Es estar consciente de las “herramientas” que tenemos para lograrlo y aquellas que nos será necesario desarrollar o profundizar.
Entonces…¿Cómo puedo saber yo cuales son estas competencias que “me caracterizan”, “que me definen”?
La descripción de los logros obtenidos, tanto personales como profesionales, , el haber alcanzado un objetivo que nos habíamos propuesto y que de alguna forma “estamos satisfechos de ello”, nos proporciona un método para ayudarnos a detectar estas competencias clave. Será importante basarnos en los logros más concretos y definidos.
Se proponen los siguientes pasos a tener en cuenta:
1. Hacer es una lista de nuestros logros personales y profesionales (entre 8 y 12).
2. Redactar cada uno de los logros listados. En la redacción hay que escribir todo aquello que nos venga a la mente con respecto al logro.
No hay que olvidar:
_ Explicar el objetivo que teníamos que alcanzar.
_ Especificar los recursos y limitaciones que teníamos. Éstos suelen estar relacionados con el tiempo, dinero, personas o tecnología.
_ Concretar el cómo, de qué forma alcanzamos el objetivo
_ Y el punto más importante es reconocer los conocimientos, experiencias y habilidades personales gracias a las cuales conseguimos el objetivo.
3. El último paso es volver a redactar nuestros logros de forma mas resumida y evidenciando nuestras competencias más relevantes en cada caso
Este análisis descriptivo, que lleva su tiempo, es preferible hacerlo en días diferentes, con los distintos estados de ánimo en los que todos fluctuamos.
¡¡Suerte en tu Autoevaluación!! Y cuando estés consciente de todo lo “Competente” que eres…utilízalo para lograr TODOS tus objetivos!
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